Doquiera que haya atropellos, rivalidad, enfrentamientos y guerra, aunadas tales desastrosas circunstancias con los abominables vicios de la fornicación y adulterios, inmoralidades, corrupción, crímenes y delincuencia generalizada, no puede decirse que sean lugares de natural convivencia, pues todos los días y a cada instante se producen los angustiosos sobresaltos que ocasionan la pavura e irracionalidad de salvajes muertes y espantosa destrucción.
A. Z. F. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ, RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR.
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