El Buen Padre, que sí existe en este mundo, aunque suene a fantasía o rareza entre tantas dislocadas inconsecuencias que constituyen la generalidad en este páramo existencial, con la experiencia de los años sabiamente transcurridos, previene a los hijos para que no incurran en insensateces que posteriormente devendrán en desventuras; mientras que un Buen Hijo, merced a la Reflexión Iluminadora que le haya nacido por la observación directa de la Realidad, esto es, con Meditación Íntima que hubiese experimentado meritoriamente, evitará cometer tropiezos y equívocos, en los cuales tal vez hayan incurrido sus propios progenitores en el período de inmadurez, o a falta oportuna de una dirección cierta y precisa, para haberse forjado activamente en Ser de Bien, útil a sí mismo, a la Familia y a la Sociedad de Luz Universal.
A. Z. F. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ, RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR.
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