Amar a Dios Altísimo y sostenernos en sus Sabios Principios, es asegurarnos ciertamente una feliz, sana, próspera y útil existencia que trasciende los eones, aunque para los dormidos terrícolas tal Realidad axiomática parezca mera utopía desligada de beneficio palpable.
A. Z. F. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ, RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR.
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