El hambre y la miseria, el trabajo y la esclavitud, las enfermedades y el dolor, así como los accidentes, las tragedias y finalmente la muerte, constituyen el consecuente karma que somete, angustia y martiriza al irredento terrícola por la original fornicación o caída en la generación animal.
La única vía para resolver la involución que padece todo pecador, es revertir el proceso, levantándose de entre los muertos vivientes en virtud a practicar digna y disciplinadamente el Sagrado Eroar en absoluta Castidad, actuando, sintiendo y viviendo en la plenitud del Amor, la Verdad y la Gracia de la Íntima Pirámide Divinal, y estos dones del Altísimo para que puedan merecerse y alcanzarse en la materia, requieren previamente del Laborante que haya vencido revolucionariamente a todos y cada uno de los egos que seducen e hipnotizan férreamente a los incautos dormidos.
A. Z. F. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ, RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR
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