SI supiéramos en verdad cuán prisioneros estamos, a causa de nuestros propios carceleros, romperíamos las cadenas que en pestilentes calabozos, nos mantienen atados a sus yugos y vicios, por la infame cobardía de no darles batalla en nuestra diaria existencia.
A. Z. F. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ, RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR
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