La imprescindible real batalla que dignifica al ser humano, siendo útil, trascendente y revolucionaria, es la que emprende decididamente contra sí mismo, para acabar mediante rígida disciplina, valor a toda prueba y renovada constancia, los agigantados engendros infra psíquicos que a través de los tiempos se habían enseñoreado de su depauperada naturaleza, haciéndola enfermiza, torpe, ruin, inútil y descartable.
A. Z. F. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ, RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR
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