LO ESCRIBÍ HACE DOCE AÑOS, PERO SU CONTENIDO RECUPERA ACTUALIDAD
LO QUE ESCRIBÍ EN LA PRESENTACIÓN DE LA OCTAVA EDICIÓN DE MI AGENDA CULTURAL EL MUNDO CASTELLANO EN E.U.N.A. EN NOVIEMBRE DEL AÑO 2008
¿SALDREMOS AL FIN DEL TÚNEL SOMBRÍO?
DESPUÉS DEL TÚNEL SOMBRÍO, ¡AL FINAL LLEGARÁ LA LUZ...!
Un cúmulo de acontecimientos que atañen de modo generalizado a toda la humanidad se han estado suscitando vertiginosa y consistentemente en variados y disímiles escenarios de la geografía terrestre, como si de pronto la humanidad, en su conjunto e historicidad, se comprimiera y condensara en un solo punto e instante, para irradiarse luego a dimensiones inmensurables e inconcebibles, como antes jamás hubiese sido imaginado ni por la más vanguardista fantasía.
Lo que hasta ayer nomás pudiera haberse vehementemente refutado, al considerarse como aberrante utopía, o en extremos diversos, tildarse de disparate, ser motivo de burla, endilgársele locura o inaceptable broma, cobra hoy realidad, dando cabida a grandes transformaciones que, a no dudarlo, trastocará tradiciones, conceptos, estratagemas, nomenclaturas y blasones que se han mantenido incólumes y victoriosos durante siglos y tal vez milenios, dando lugar, en su reemplazo, a estructuras de pensamiento y acción totalmente diferentes, con el renovado y auspicioso amanecer de un nuevo y radiante día.
A cada nueva alborada le precede lo más lóbrego y frío de las tinieblas nocturnas en la que se experimentan, ya en metafórica alegoría, los estertores de un sistema social que en lo espiritual, económico, político, jurídico y cultural, se resiste a admitir su fracaso o darse por vencido, en la falsa creencia que su equívoca hermenéutica es la que mejor ha beneficiado a la humanidad, ciegos y sordos ante un creciente clamor popular por justicia, que más allá de los entuertos de las leyes positivas impuestas por perversos y hasta corruptos y delictuosos intereses dominantes, surge un anhelo incontenible entre los rezagados y discriminados por alcanzar los favores de las leyes naturales, en el entendido de que éstas provienen de una sabiduría superior e infalible como es la Justicia Divina.
Se me ocurre ahora hacer una oportuna disgresión, haciendo referencia a una famosa frase pergeñada y sentida por un gobernante de mi país natal, Bolivia, llamado Gualberto Villarroel, quien dijo "No soy enemigo de los ricos, pero soy más amigo de los pobres" sentencia que le ganó la antipatía de los entonces "Barones del estaño" que propiciaron la levantisca de hordas salvajes y alcoholizadas que perpetraron el ahorcamiento de ese mártir en uno de los faroles de la histórica Plaza Murillo en la ciudad de La Paz, el año 1946.
A la vez, y a tono con tal comentario, convoco a la conciencia mundial a desaprobar y condenar por ineptos, corruptos, indignos y falsarios, a quienes hoy eventualmente gobiernan Bolivia, mintiendo y estafando al pueblo, al auspiciar socarrona e irresponsablemente la división entre razas, regiones y economías, reptando y mendigando la mal intencionada dádiva caribeña mientras destruyen la escuálida economía nacional, y mal plagiando principios de auténtica espiritualidad, pretendiendo imponer la desfachatez de un entuerto ateo, narcófilo y brutal, que nada tiene en común con sabias y sanas tradiciones ancestrales, mismas que mantienen la pureza de las virtudes, como garantía del triunfo final de la luz y la verdad.
Es así que me declaro un total convencido de que la pobreza no es exactamente una maldición, como a la vez la abundancia no es corolario preciso de una bendición, si no que ambas son, en todo caso, pruebas y experiencias ineludibles para la maduración psicológica, y para poder salir airosos en cada situación, se debe dar cabida a que la sensatez y la humildad se impongan interiormente, evitando así caer en las trampas con que quieren seducir los desenfrenos de un egoísmo alimentado por la ignorancia.
Expuesto lo anterior, me atrevo a sostener y proponer, a nivel mundial, una guerra total contra la miseria, sus injusticias y secuelas que flagelan y aprisionan a los cuerpos y las almas, así como reivindicar para todos sin excepción, la prosperidad y el progreso, material y espiritual, como preseas irrebatibles de la calidad y riqueza humana, tal como es la Promesa de Dios Viviente, para que al fin se pueda experimentar verdadera felicidad en la Tierra, aplicando y expandiendo por doquier el sabio mensaje del amor y la paz universal que lleva implícito el milagro de la Navidad.
Que la gracia de Dios ilumine sus vidas.
David Serrate Pérez
PRESIDENTE DE INTI PUBLISHING
DIRECTOR Y EDITOR DE EL MUNDO CASTELLANO
DIRECTOR Y EDITOR DE HORIZONTE LATINO
Kent, Washington, Noviembre 27 del año 2008
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