lunes, 16 de marzo de 2015

EN EL PRINCIPIO, COMO HOY Y POR SIEMPRE, EL VERBO DIVINO PERMANECE TRIUNFAL, DIFUNDIENDO SU SAGRADA ESENCIA POR DOQUIER!

LUNES, MARZO 16 DEL AÑO 22 EN LA REAL ERA ACUARIA

En consonancia con la maravillosa Primavera que ya se hizo patente con su engalanada belleza aquí en el Hemisferio Norte donde actualmente me encuentro, cuando perfumes, flores y trinos alivian y exaltan mi original condición humana, me complazco en ofrecer en favor de quienes puedan aprovechar adecuada como dignamente este mi generoso aporte, en preludio de la Semana Divina que ya también se aproxima, con la interpretación de mi Real Ser respecto al Capitulo I  del Evangelio de San Juan.
Con Amor y Fe:
A. Z. F. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ, RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR.

EVANGELIO DE SAN JUAN, SEGÚN LAS SAGRADAS ESCRITURAS, EDICIÓN REINA DE VALERA DEL AÑO 1909
Capítulo 1
“1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”
Quien quiera que desconozca el origen de todo cuanto ha sido, es y será proveniente del Verbo Sagrado, se halla alejado de la Verdad.
“2 Este era en el principio con Dios.”
No existe principio Divino cuando hay ausencia del Verbo
“3 Todas las cosas por Él fueron hechas; y sin Él nada de lo que es hecho, fue hecho.”
Habiendo sido originadas todas las cosas del Verbo, nada puede existir sin su Fundamento.
“4 En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.”
Dios Verbo es Vida Eterna y de Él procede la Luz que vivifica la Creación.
“5 Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron.”
Manifestada la Luz, resplandece aún en las tinieblas, para integrarlas en su Sagrado Seno cuando éstas estén aptas de asimilarla.
“6 Fue un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.”
Dios siempre se manifiesta en la Creación como Verbo materializado.
“7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, para que todos creyesen por Él.”
Este Verbo dignamente entronizado en el Hombre, da fiel Testimonio de la  Luz.
“8 No era Él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.”
El hombre material no es propiamente la Luz, pero por intermedio del humano purificado se manifiesta su esplendor.
“9 Aquel era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo.”
Kristo que es la Luz Verdadera, alumbra el interior de todo hombre.
“10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por Él; y el mundo no le conoció.”
La Luz se halla al interior de toda su Creación, aunque su más preciosa criatura opta por ignorarlo.
11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Kristo fluye al interior del hombre, pero éste dormido, lo desprecia arrojándolo de sí.
“12 Mas a todos los que le recibieron, dioles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre:”
A todos quienes aceptaron las Primeras Obras propias del Edén Celestial,  les dio potestad de forjar la Creación Interior y como Kristificantes recuperar el Signo Sagrado.
“13 Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios.”
Se renace gloriosamente mediante el Espíritu Divino, cuando plena de Gracia Celestial, la Pareja Alquimista se aleja definitiva y radicalmente de la engañosa voluptuosidad de los actos carnales.
“14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
Y sin embargo, ¡Qué portento! es mediante el mismo Principio, una vez que se ha recuperado la “Clave” perdida, que el Verbo Sagrado (Kristo) habita entre Nos, colmándonos de Gracia (María, la Espíritu Divina) y de Verdad (El Padre Inmortal)
“15 Juan dio testimonio de Él, y clamó diciendo: Este es del que yo decía: El que viene tras mí, es antes de mí: porque es primero que yo.”
El Kristificado da testimonio de su Divina Encarnación, manifestándose en la pureza de su Columna Vertebral que es por donde fluye triunfal luego de su feliz despertar.
“16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia.”
Todos conformamos su Unidad, aunque su advenimiento pleno se logra merced a la continuada como cada vez más perfecta Castidad.
“17 Porque la ley por Moisés fue dada: mas la gracia y la verdad por Jesucristo fue hecha.”
La Ley Mosaica, (el decálogo, la retribución, la rueda del destino) fue entregada para su cumplimiento general entre los hombres, aunque es recién el Kristificado que puede gozar los Dones de la Ley Dorada (La Resurrección, la Inmortalidad, el Sagrado Eroar, que en Amor Puro, eliminando los egos, lleva al Padre Madre de la íntima Divinidad)
“18 A Dios nadie le vio jamás: el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le declaró.”
La humana naturaleza común y corriente está impedida de ver a Dios en Verdad, pero el Kristificado que es Uno con el Padre Madre, halla en el propio Seno Purificado a su Sacratísima Trinidad.
“19 Y éste es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron de Jerusalem sacerdotes y Levitas, que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?”
Cada Kristificado da testimonio del Verbo Sagrado que lleva encarnado, aunque quienes detentan el transitorio poder material, entronizados en la falsa espiritualidad que reditúa múltiples beneficios entre impudicias diabólicas, altaneramente demanda respuestas, sin reconocer la Divinidad que porta quien con auténtica Autoridad los desenmascara.
“20 Y confesó, y no negó; mas declaró: No soy yo el Cristo.”
Juan el Bautista, Maestro Esenio y primo hermano de Jesús, siendo un completo Kristificado, declaró que él no era el Kristo de la entonces Era Pisciana.
“21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.”
Ante la tenaz inquisición  para que Juan revelara su identidad, pese a que fue viva encarnación de Elías, venerado en su tiempo como Profeta, negó las ignaras apreciaciones sobre su Naturaleza, que más allá de las pasajeras denominaciones humanas, cuenta con el respectivo Sagrado Eterno Signo.
“22 Dijéronle: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta á los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?”
Urgidos por sus amos judíos, los sacerdotes levitas, imponen a Juan que dé respuesta a sus interrogantes.
“23 Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo Isaías profeta.”
El Verbo Encarnado que clama el Evangelio Redentor, el cual casi todos se resisten a experimentar por la patente aridez espiritual o vacuidad de Gracia, insta a los apáticos que rectifiquen sus malignas obras, dando purificada cabida al Señor de la Vida. 
“24 Y los que habían sido enviados eran de los Fariseos.”
Como siempre ocurre, entre los más acres detractores de la Verdad, el Amor y la Gracia, se hallan los hipócritas que se disfrazan de “religiosos” como es el caso de los temidos fariseos, ciegos de dogmatismo y famélicos de muerte y destrucción, o los astutos infiltrados, que, como quinta columnistas dañinos y perversos, buscan mediante intrigas, falacias y calumnias, detener el avance triunfal de la Luz.
“25 Y preguntáronle, y dijéronle: ¿Por qué pues bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?”
Los “sacerdotes” fariseos, celosos por mantener sus infernales privilegios de abuso y poder, demandan al Maestro Gnóstico Esenio, respuestas específicas.
26 Y Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros ha estado a quien vosotros no conocéis.
Y el Gran Maestro Juan, les respondió que efectivamente el bautiza con el Agua, que es símbolo de la primera purificación, misma que el Laborante Alquímico efectúa mediante este Sagrado Elemento, ratificando que tal hermenéutica al medio del hombre común, permanece ignoto y desaprovechado.
“27 Este es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí: del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato.”
Antes de la presencia física del Kristo que encarna el respectivo Drama Cósmico para cada Era, siempre se halla adelantado un Avatara precursor preparando el Sendero con acierto y reciedumbre, quien efectivamente es inferior en grado de potencialidad respecto a la Luz Viviente que luego llega como Mesías Redentor.
“28 Estas cosas acontecieron en Betábara, de la otra parte del Jordán, donde Juan bautizaba.”
El milagroso Bautizo con las “Aguas Genesíacas” siempre está disponible en favor de quienes, habiendo sido bárbaros atropelladores del Amor y la Castidad, con firme decisión buscan finalmente ser redimidos mediante el Ara del Sacro Eroar.
“29 El siguiente día ve Juan a Jesús que venía á Él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
El Laborante que corona su Obra Purificadora es porque Kristo ya radica en su interior y por consiguiente ha eliminado todo pecado de su Naturaleza.
“30 Este es del que dije: Tras mí viene un varón, el cual es antes de mí: porque era primero que yo.”
El Kristo que llega a encarnar en la naturaleza humana purificada, proviniendo del Ultra, siempre ha sido y siempre será por ser eterno.
“31 Y yo no le conocía; más para que fuese manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando con agua.”
Antes de su Labor con el purificador Eroar, el Aspirante desconoce el Signo Sagrado de su Íntima Trinidad, por eso es que urge emprender el inicial Bautizo con Agua.
“32 Y Juan dio testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y reposó sobre Él.”
El humano que llega a encarnar al Kristo Íntimo, experimenta el advenimiento de la Espíritu Sacra o Madre Divina reinando en su purificada materia.
“33 Y yo no le conocía; mas el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien vieres descender el Espíritu, y que reposa sobre Él, éste es el que bautiza con Espíritu Santo.”
El Kristificante que ya ha recibido su primera purificación mediante el Agua, requiere escalar los rigurosos pasos que ameritan encarnar a la Madre Divina o Espíritu Sacra,  procesándose así el trascendental Bautizo con Fuego.
“34 Y yo le vi, y he dado testimonio que éste es el Hijo de Dios.”
El Laborante dignificado con el Krisma Pentecostal, adquiere la Polividencia propia de todo Hijo de Dios.
“35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.”
El Verbo Divino permanece activo en el Kristo Viviente, merced a sostenerse en la dinámica revolucionaria de los Dos Testigos que constituyen su íntima Espíritu Sacra, a la vez compuesta por los Consoladores Samael y Jehová.
“36 Y mirando á Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.”
De este modo trascendental, el Hombre Divinizado en su Humana Naturaleza, se ofrece con el Sagrado Eroar ante el Altísimo en el simbolismo de Víctima Propiciatoria, para eliminar radicalmente cuanto elemento egoico haya permanecido mimetizado habitando su interior.
“37 Y oyéronle los dos discípulos hablar, y siguieron a Jesús.”
Cuando los Dos Querubines oyen la autorizada Voz de Mando, abren los portales del Templo Interior, acompañando con la merecida Transustanciación, el triunfal ascenso Kristificante a través de la Columna Sideral.
“38 Y volviéndose Jesús, y viéndolos seguirle, díceles: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabbí (que declarado quiere decir Maestro) ¿dónde moras?”
El Resurrecto entrega la Sagrada Doctrina para que los Aspirantes la ejecuten en sí mismos sin excusas dilatorias, pero como el Adorable comprueba que los aún simples aspirantes pretenden seguirlo imitando inapropiadamente su decir o hacer, sin haber practicado y asimilado la Enseñanza como experiencia propia, el Redentor a modo de reprensión a sus discípulos les pregunta para que definan su íntima Obra, qué es lo que buscan.
“39 Díceles: Venid y ved. Vinieron, y vieron donde moraba, y quedáronse con Él aquel día: porque era como la hora de las diez.”
Ante la inquietud de los Discípulos por conocer dónde es que Él mora, los invita a recorrer el Sendero para que puedan ver por sí mismos la morada del Íntimo Ser y experimentar su Divina Presencia, toda vez que, como anticipo de sus merecimientos postreros, les permite trascender la simple Rueda del Destino, calificando la Gloria de la Cruz.
“40 Era Andrés, hermano de Simón Pedro, uno de los dos que habían oído de Juan, y le habían seguido.”
No basta conocer el Fundamento (Pedro) o la Hermenéutica (Juan) si es que en verdad no se pone en movimiento la dinámica de la Obra (Andrés) para recorrer y coronar el Sendero Kristificatorio.
“41 Este halló primero a su hermano Simón, y díjole: Hemos hallado al Mesías (que declarado es, el Cristo).”
Es merced a la continuada Obra con la Piedra Iniciática que el Aspirante logra finalmente la encarnación de Kristo Íntimo.
“42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás: tú serás llamado Cephas (que quiere decir, Piedra).”
La Obra culmina con la íntima Kristificación, ratificándose por el Verbo Divino que es la Piedra Sagrada la que permite una revolucionaria ultra Genética al interior del Laborante Alquimista, merced a ser transmutado por las Aguas Puras de Vida de simple mortal en el Ser Eterno.
“43 El siguiente día quiso Jesús ir á Galilea, y halla a Felipe, al cual dijo: Sígueme.”
Como siguiente paso entre los Bautizos Purificadores se halla el que permite calificar la Luz Íntima, como consecuencia de vencer con disciplinada constancia a los cuatro temibles guardianes del umbral infra psíquico, quienes se oponen a que sean superadas sus limitantes fronteras esclavizantes, y naturalmente la más poderosa es la que detenta el Guardián de la mente diabólica, la cual sólo puede vencerse adecuadamente con el dominio de la Ciencia Amarilla o Jinas que finalmente hace viable la erección de la Iluminada Mente Kristo.
“44 Y era Felipe de Bethsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.”
Es con la Luz de la Fe, encarnando al íntimo Felipe, como se puede calificar la Tierra Filosofal, la Ciudad de las Nueve Puertas, realizando sabiamente la dinámica revolucionaria de la Piedra Viva.
“45 Felipe halló a Natanael, y dícele: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.”
Es merced a la Fe en la Luz, que el alma humana o Pistis Sofía puede vencer su aprisionamiento entre las tinieblas, .
“46 Y díjole Natanael: ¿De Nazaret puede haber algo de bueno? Dícele Felipe: Ven y ve.”
Pese a la notoria incredulidad que padecen no sólo las grandes mayorías enfrascadas y absorbidas por el secante materialismo, si no también lamentablemente, quienes diciéndose espiritualistas, niegan la oportunidad que se les ofrece generosamente para que puedan ser redimidos de sus groseras y tormentosas culpas. 
“47 Jesús vio venir a sí  a Natanael, y dijo de Él: He aquí un verdadero Israelita, en el cual no hay engaño.”
Pese a que existen personas que ahora permanecen adormecidas por el sopor de existencias descuidadas, sin embargo traen de vidas anteriores valores íntimos extraordinarios que todo Iluminado sabe reconocer de inmediato.
“48 Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera te vi.”
Los bodhisatwas que han permanecido caídos por eones de tiempo, les asombra que haya quien, como Kristo Viviente, pueda convocarlos hacia el Evangelio Redentor, luego que arrepentidos, concienticen el valor de la Castidad y renuncien a los repugnantes vicios asociados con la fornicación y el adulterio.   
“49 Respondió Natanael, y díjole: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.”
Levantándose de la postración a la que era sometido por el pecado, el Iniciado en la Luz de Kristo, reconoce al Maestro Interior como Hijo de Dios Viviente, pudiendo finalmente, merced a la Fe, el Amor y la Constancia, virtudes llevadas a cabo con acrisolada disciplina, coronarse Rey con la apoteósica  encarnación de su Triada Inmortal.
“50 Respondió Jesús y díjole: ¿Porque te dije, te vi debajo de la higuera, crees? cosas mayores que éstas verás.”
A todos quienes logran librarse de las garras de la fornicación, se les abre infinitas posibilidades de ascensión hacia la Realidad del Ultra.
“51 Y dícele: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre.”
Cuando se supera la aridez existencial, abonada la Tierra Filosofal del Sabio Operante con la nutriente Castidad, los sentidos supra físicos se abren como perfumados pétalos de Omnisciente Flor Celestial, y es así que la Gloria de Dios Viviente se torna plenamente operante entre los Terrígenos como triunfal Sinfonía armonizante entre el Altísimo y sus Criaturas. 
DIOS BENDIGA A TODA LA HUMANIDAD CON SU INFINITA MISERICORDIA

A. Z. F. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ, RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR.

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