ESCRIBIENDO SÓLO PARA VARIAR, AUNQUE SIN DESVARIAR… SOBRE EL CAMBIANTE CLIMA EN SANTA CRUZ DE LA SIERRA...

ESCRIBIENDO SÓLO PARA VARIAR, AUNQUE SIN DESVARIAR… SOBRE EL CAMBIANTE CLIMA EN SANTA CRUZ DE LA SIERRA...

La ciudad de Santa Cruz en Bolivia, por su ubicación geográfica original, fue fundada con el denominativo de Santa Cruz de la Sierra; empero con los sucesivos traslados que hubo de experimentar como consecuencia del acoso de los aborígenes, además de las fieras e insectos que diezmaban su floreciente población, en su actual asiento en las márgenes del río Piraí, con sus polvorientas calles de antaño, de manera jocosa con esa condición “dicharachera” de sus ingeniosos habitantes, se le solía llamar, aprovechando la consecuente rima, como Santa Cruz de la Tierra; con el actual pujante progreso de la ciudad ahora metropolitana, con la explosiva expansión de su territorio de calzadas, avenidas y carreteras  mayormente asfaltadas, amén de su actividad industrial, se ha disparado recientemente la temperatura a grados caniculares, por lo cual sería apropiado conocerla como Santa Cruz del Fuego, aunque más recientemente y ahora mismo, por la continuada y persistente lluvia, de todos los días y a cada instante, haciendo estragos por doquier por la escasa disponibilidad de drenaje pluvial adecuado, seguramente la tendremos que llamar como Santa Cruz del Agua, y para finalizar con la furia ciclónica de los vientos que últimamente se han enseñoreado de “La Ciudad de los Anillos” arrasando con árboles y destruyendo construcciones, concluiremos acostumbrándonos a decirle a nuestra querida ciudad, Santa Cruz de los Aires. Al cabo, nos hemos hermanado, mediante su singular topografía, con todos los Elementos de la Naturaleza.

Y esto lo escribo a manera de variar los angustiosos, trágicos y criminosos tópicos que las noticias nos atiborran todos los días con alarmante asiduidad.

Lo importante entonces es variar, empezando con reemplazar las malas autoridades eternizadas en el poder, para que se remoce con calidad la condición ciudadana del país, evitando sanamente concluir desvariando.

DAVID SERRATE PÉREZ, UN FIEL AMANTE DE LA MADRE NATURALEZA.