La Sagrada Doctrina Gnóstica, no puede enfrascarse en meras teorías, carentes de sustentación práctica; tampoco puede ser encapsulada en fundamentos dogmáticos, pues su Esencia es Energía Viviente, que rebasa la deleznable y voluble conceptualización, misma que en un tiempo afirma con vehemencia lo que luego rechaza con igual o mayor rigor, para perderse en una vorágine mental que desemboca en inexactitudes y hasta en deplorable demencia.
La Doctrina de un auténtico Renacido, no puede ni debe ser la plagiaria apropiación de la experiencia ajena, si no que tiene que ser, como lo es, la fluyente emanación de un exquisito y fresco esplendor de inédita Sabiduría, que llega amorosa a gestar gloriosa Luz entre las tinieblas que aspiran a redimirse.
ARKAOM ZANONI PHIDLUZ M. K. EL TAWA MANÚ .:. en Cuerpo Humano: DAVID SERRATE PÉREZ.
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