martes, 18 de diciembre de 2018

¡CON KRISTO VIVIENTE LOGREMOS LA REAL ÍNTIMA NAVIDAD QUE ES UNIVERSAL!


OCTAVO MENSAJE DE NAVIDAD 
DICIEMBRE 23 DEL AÑO 2006 
¡CON KRISTO VIVIENTE LOGREMOS LA REAL ÍNTIMA NAVIDAD QUE ES UNIVERSAL! 
Suspendida por razones supremas durante dos años la entrega pública de mis Mensajes de Navidad, hoy a finales del año común 2006, cuando aún nos encontramos en el décimo tercero de la Nueva Era Acuaria, gustoso reanudo tal actividad, cuyo emprendimiento obedece a la permanente Voluntad del Altísimo porque se aclare cada vez más y mejor a la comprensión humana, los formidables Misterios contenidos en ese proceso tan íntimo y real como es la Navidad, cuya ejecución y celebración es dable ubicarla con signos de la mayor trascendencia en cada una de las Sagradas Doctrinas que oportuna y periódicamente han tenido la responsabilidad de transmitir el Supremo Mensaje de la Esencia Krística, y cuya mayor gloria se verificó con la presencia aquí en la Tierra del Adorable Salvador Jeshuá Ben Pandirá, quien al asumir como Kristo Viviente de la Era de Piscis, es reconocido universalmente por sus hechos milagrosos y revolucionarios, como encarnación vívida de la Deidad Suprema del Absoluto. 
Lo más importante de aclarar ahora es que dicha presencia luminosa rasgó con su Potencia Celestial los hasta entonces vigentes Velos del Templo, dando oportunidad desde ahí a que, quienes osen transitar el Sendero Iniciático, se libren de pesadas como ominosas cadenas del fanatismo opresivo y el orgullo místico que son prácticas características en toda creencia religiosa desviacionista, toda vez que el Maestre de Maestros, con su presencia física no llegó para avalar el desarrollo de imperios seudo religiosos, si no que, claramente fue categórico al sentenciar que derrumbaría figurada, literal y efectivamente toda la fanfarria materialista vigente al interior de los templos degradados, cuya inmoral dirigencia nunca ha dudado en tomar partido, en mutaciones inverosímiles, favoreciendo históricamente a cuanto poder se ha impuesto socialmente, en un mundo cada vez más devaluado, al influjo del oropel que trasuntan Baal y Manmón, o cualquiera de la infinidad de nomenclaturas que asume, en hábil como renovado camuflaje, la poderosa adoración al becerro de oro, en cínico alarde de usurpación de lo Celestial. 
Y no es que se quiera desconocer el valor intrínseco del simbolismo litúrgico que llevado a cabo adecuada como dignamente en superiores cultos, deviene maravilloso en poderosa Magia Teúrgica y Taumatúrgica, y de cuya Esencia Real, con todos sus alcances y logros, la mayoría de las confesiones religiosas en la Tierra le han perdido hasta el rastro, por lo cual, mal podrían ser representantes idóneos, toda vez que cuanto transmiten hoy en día y desde ya hace mucho tiempo, se halla mayormente plagado de embustes e inconsistencia doctrinal, por decir lo menos, pues lastimosamente recoge la historia de lo públicamente conocido, bochornosos hechos cometidos por no pocos de sus dirigentes, que constituyen cúmulo de fechorías e inmoralidades, diametralmente opuestos a la virtuosidad religiosa. 
El nacimiento espiritual o Navidad Íntima es una potente fiesta personalizada, capaz de transformar positivamente todo lo existente, a punto de que su feliz advenimiento, con arpegios de encanto supremo, permite al Laborante así revolucionado, trascender tormentosos karmas del pasado, proyectando en su naturaleza una verdadera re inyección energética aquí y ahora, en virtud a un Bautizo que ya no sólo es de esa Agua Bendita, si no que asocia su accionar con el crepitante Fuego de la Transmutación Alquímica. 
Es así como se despierta una Quinta Esencia de Luz y Éter, permitiendo al flamante Varona la reconquista de ese Paraíso Terrenal, cuyos efluvios había dejado escapar de sí, al haber torpemente preferido transitar la existencia plagada con los estigmas del pecado, cuyas ramificaciones se han ido prolongando a través de eternidades, manifestadas en sufrimientos, enfermedades y muerte, mientras tanto no re-encuentre esa balsámica Redención en el Hijo del Hombre, doblemente nacido, poseedor ya de las Llaves de Triunfo para alcanzar su Gloriosa Ascensión hacia la Casa Paterna, en cuya Heredad se cuenta con infinitas Moradas, desde donde se faculta ejercer al Kristificado, formidables Misiones Cósmicas. 
De tal modo que, clarificando, no pretendo atacar o interferir la noble labor que discreta y silenciosamente cumplen las escasas Organizaciones Iniciáticas cuya meta es preparar a los aspirantes mediante la Sacra Liturgia, capacitando la naturaleza humana con todo ese estupendo Simbolismo preliminar, para que, cuando sea llegado el momento de operar el Primer Milagro en Bodas Alquímicas, el connubio mántrico de rediviva Canaán, erija y mute con la elevación del Agua Espermática, el Vino Erótico que germina en un flamante Elohim. 
Uno es el hombre nacido de mujer, sometido a las leyes de la vida material, pero otro muy diferente y superior es el operado en eugenésica Epifanía, mediante la Concepción Virginal, por Obra y Gracia del Espíritu Sagrado que es la forma Divinal Femenina de la Excelsa Trinidad individualizada, María Virgen y Madre interviniendo como matriz suprema, al calificar el feliz alumbramiento de un Ser auto generado en la Magna Obra alquímica. 
Es así como la Verdadera Navidad vuelve a ser perceptible y tangible en la Tierra, pese a toda la vigorosa tenacidad con que las hordas tenebrosas han combatido cruentamente por mantener su poderío terrenal durante tortuosos siglos, escamoteando y tergiversando los Sagrados Misterios. Tal seducción le ha significado a los usurpadores, a la vez que afianzaban su materialismo, y tal como ya lo he apuntado antes, perder el norte de la autenticidad doctrinal, a tal punto que su involución es evidente, plagada de corruptelas, desaciertos, envidias e infamias. 
Esa terrorífica legión de poder terrenal que no puede disfrutar las mieles de Belén íntima, niega asimismo que tales goces puedan ser accesibles a quienes con tanto ahínco anhelan encontrar su sendero cierto, pues como rabiosos perros del hortelano, ni entran ni dejan entrar a los Cielos, arrogándose la tenencia de las Llaves del Reino, escondiendo en cofres súper secretos, aquel regalo del Kristo Cósmico, que por soberbios han dejado de asimilar, pero que tampoco puede quedar encerrado en puras teorías o símbolos muertos, y que ahora se hace imperioso reivindicar con la Gloria del Verbo Viviente. 
¿Por qué habríamos de sorprendernos ante la aparente antinomia de tan aberrante situación? Es el propio Juan de Patmos en el mismísimo Libro de Revelaciones, capítulo 17 que nos refiere lo siguiente: “Te diré el misterio de la mujer y de la bestia que la trae, la cual tiene siete cabezas y diez cuernos” A buen entendedor, las explicaciones huelgan. 
Ante tamaña realidad, se ha hecho ya inaplazable que, caminando el pequeño trecho de esta revolucionaria Era, se empiecen a liberar y poner a disposición de los buscadores sinceros, las apropiadas prácticas de modo claro y sencillo, de aquello que discretamente se ha mantenido en símbolos, alegorías y metáforas, habiendo constituido la nutrición líquida o básica que es menester a todo infante espiritual, pero que es preciso reemplazar por la consistencia y solidez propia de quien, erguido y produciendo ya sus primeros pasos auto sostenidos, se lanza intrépido en busca de esa colosal Verdad que sólo se alcanza por mérito propio, a medida que se crece en Sabiduría y Entendimiento, en pos de ese Sacerdocio y Reinado sempiterno, a la Luz y Razón de Supremas Leyes que corresponden a la Orden de Melkisedek. 
Entendimiento y Razón que se debe reciclar en cada experiencia existencial con todo lo inherente a esa temporalidad espacial y cuya suma o extracto digerido en síntesis, se agregará a la Sabiduría o Luz que le corresponde en Esencia propia, y por lo cual, se mantiene como caudal inextinguible más allá de todas las eternidades, para Ser El nuevamente en el Invisible Inmanifestado. 
Pero es claro que, pretendiéndose volver a Ser como antes fuimos, esto es, antes de la caída en la generación animalizada, requerimos salir de la grave mecanicidad en que ha devenido la máquina pensante, al punto que se ha degradado a un salvajismo plagado de errores, no solo contra su propia naturaleza, si no que además arremete bestial y robóticamente, destruyendo todo lo que generosamente la Madre Tierra le provee, en un afán de autodestrucción inconcebible para la simple lógica. 
De modo que un primer paso a seguir e imperiosamente urgente es recuperar la extrañada condición humana, volviendo a hermanarse con el medio circundante, obedeciendo sus Leyes Naturales, respetando la Vida y proscribiendo la muerte, descartando los vicios y abrazando las Virtudes, rescatando las Bellas Artes e identificando sus malos remedos que como adefesios han irrumpido globalmente, pero cuya influencia debe ser detenida y descartada, toda vez que son portadoras, mediante los medios masivos de comunicación, de toda clase de desenfrenos, frivolidades y delitos, y ante cuyas interpretaciones, los dormidos fanáticos aplauden delirantes y enfervorizados. 
Hace pocos días, en la zona donde transcurre mi existencia material, se experimentó un temporal de vientos ciclónicos tan poderosos, que hicieron estragos al por mayor, produciendo entre otras calamidades, la interrupción del servicio eléctrico en una extensa región del noroeste norteamericano, por varios días consecutivos, persistiendo aún esta falencia en otros tantos distritos, donde los daños fueron más pronunciados y con todas las nefastas implicancias que esto significa, en un medio caracterizado por la presencia y utilización de la más alta tecnología humana, y que sin embargo, ante la sola falta de energía eléctrica, sufrió la paralización masiva de su acostumbrada operatividad. 
Traje a colación tal hecho para enfatizar sobre los nefastos daños que se causan las gentes al esclavizarse como autómatas a todo aquello del modernismo que si bien es gratamente útil, tiende a anular la capacidad, elementalmente instintiva, de sobrellevar las cosas con natural serenidad, toda vez que así se renueva todo ese ingenio interior que capacita salir adelante venciendo los infortunios, tormentos e imprevistos que periódicamente nos ofrece la existencia material, como un estímulo a nuestro propio desarrollo e inventiva. 
Remarco tal situación, pues he de referir con tristeza, que a consecuencia de la falta de electricidad y con el fin de calentarse en los hogares en esta época del año generalmente muy fría, con lluvias y nevadas copiosas además de los comentados vientos, muchas gentes obtuvieron calefacción usando garrafas con gas propano, y en cuya combustión que libera monóxido de carbono, fatalmente venenoso, por lo menos una decena de personas encontraron la muerte, al inhalar tales gases perniciosos en ambientes totalmente encerrados. 
Ya como casos menos trágicos, también debo relatar que me cupo constatar la falta de naturalidad en muchas gentes, que por haberse dejado absorber por la confortable automatización que ofrece la modernidad, totalmente dormidos y atolondrados, a manera de zombis, no atinaban ante estas emergencias a solucionar cuestiones tan básicas como calentar sus alimentos o evacuar sus deshechos, algo que de no haber sido por la tensión de las circunstancias adversas, podría considerarse como totalmente inconcebible e irreal. 
Los tiempos que vivimos son extremadamente difíciles, pues bullen por doquier e inquietan en demasía los más inesperados acontecimientos, tanto por efectos del mal accionar humano, como por las respuestas que desnuda la naturaleza, agobiada por los impíos y recurrentes desmanes con que mal actúa la especie humana animalizada; empero como ya tengo dicho, estas adversidades que llegan en muchos casos a grados de calamidad, permiten la exteriorización de capacidades físicas y psíquicas que de otro modo permanecerían adormecidas o simplemente latentes. 
Es por ello que rescatar hoy en día todo el esplendor, la gracia y el poder de ese acontecimiento trascendental, real e histórico del nacimiento en la Tierra del Hijo de Dios, es para permitir que la Navidad del Fasto Cósmico, sea manifiesta en todo aquel digno Laborante que siente operarse en sí el Verbo rescatado, la Palabra reencontrada, la Divinidad posada en la Humanidad. 
Por ello ahora urge declarar la potencia del Amado Redentor, restituyendo el verdadero simbolismo y la plena realización del Kristo Íntimo, sobreponiéndose al vil mercantilismo en que ha derivado su desvirtuada como degradante celebración, tomando en cuenta que Dios realizado en el Varona, ciertamente nace limitado como todo niño, pero que es menester e imperioso, desarrolle su crecimiento interior con exigente disciplina y rigurosa Voluntad, hasta alcanzar su plenitud, resucitando en los Supremos Misterios de la Sagrada Cruz. 
Mientras, humilde y obediente a los Dictados del Padre, debe aprender y transitar el equilibrio de la vida material, que sin negar al cuerpo lo que en sus propósitos sanos requiere, fundamental y primariamente debe observar su responsabilidad, atención y entrega a la Obra del Ser que es hacia donde sabiamente debe dirigirse, actuando igual que el responsable carpintero, quien debe ganarse el sustento con el esfuerzo y el ingenio humano, sin desmerecer el hecho de reconocerse despierto y maduro como Arquitecto de su propio Universo, y para lo cual desde el estelar instante de su nacimiento como Niño Dios, ejerce consciente e inequívoca autoridad sobre todas las Potencias de la Creación. 
Para que el Logos Inmortal encarne en la naturaleza humana; para que el Logos Solar vivifique multiplicado como Simientes que germinan en tierra fértil y generosa; para que el Fruto brote y madure en misericordioso accionar revolucionario desmitificando las simples alegorías o parábolas (Pocos son quienes las entienden y menos aún son quienes practican su ejemplar inducción); para que la nutrición Krística sea evidente y palpable de modo público, natural, trascendente y puedan ser ilustrados los legos espirituales, curados los enfermos del alma y resucitados los muertos vivientes; para que la noche espiritual se haga Día Luminoso; para que el dolor y la angustia se torne en salud y gozo; para que la Luz se haga entre las tinieblas y podamos reencontrar el verdadero destino humano que es de Paz y no de guerras; que es de Amor y no de odios; que es de Armonía y no de enfrentamientos; que es de Virtud y no de vicios; que es de Triunfo y no de fracasos; que es de Hermandad y no de beligerancias; para que vivamos en los Cielos y salgamos de purgatorios e infiernos, urjo a mis Hermanos que habitamos esta aún bella y pródiga Tierra, aceptemos el regalo que nos legó ese Hombre Divino llamado Jesús, quien con su Obra ejercitada amorosamente nos otorgó la Salvación, aunque en pago por su Portentosa Misericordia, se lo condenó a la crucifixión, atendiendo a las vocingleras turbas hábilmente soliviantadas por la hipocresía seudo religiosa entonces reinante. 
Para finalizar, culminando este Mensaje de Navidad, y en suma, pido, clamo y suplico a los poderes terrenales que desde sinagogas difusas e imperios diversos digitan la mala suerte que hoy sojuzga a la Humanidad, que si quieren ver futuro y esperanzas de prolongar la existencia, no solo propia, si no también de cuantos habitamos esta nuestra Casa Grande que tenemos por morada, tomen muy en serio y aprovechen adecuadamente el contenido de las siguientes profecías que alertan sobre la inminencia de su cumplimiento, y de cuyo apropiado parto dependerá poderse experimentar en breve sobre la faz de esta actual angustiada Tierra, el reencuentro de nuestra original expectativa como especie, llegando a ser Reyes y Sacerdotes Sempiternos, según el Orden de Melkisedek, o para entenderlo mejor, rescatando los versos del poeta Amado Nervo, constituirnos en “Arquitectos de nuestro Destino” generando dichos y hechos conscientes y luminosos. 
He aquí lo que se tiene anunciado en Profecías, y que sólo por Voluntad del Altísimo se cumplirá o dejará de cumplir, parcial o totalmente: 
Año 2007 Explosión demográfica mundial; migración incontenible en el reacomodo y equilibrio racial, permitiendo que la mixtura social y la diversidad cultural, ajuste y armonice las tensiones karmáticas que hoy asolan a países y continentes, aunque por mientras es tan sólo el comienzo. 
Año 2008 Grandes maremotos y catastróficas inundaciones, cobrándose la Naturaleza el excesivo como irracional saqueo de su vientre, produciéndose el inicio de mutaciones geológicas que incidirán notablemente en drásticos como inmediatos cambios climáticos. 
Año 2009 Focalización mundial de guerras y enfrentamientos, ya no tanto por factores de estrategia energética, pues se encontrará fuentes alternativas altamente costeables, si no por el agua y la tierra, como base de sobrevivencia y sustento alimenticio, toda vez que el hambre generará grados de calamidad espeluznante. 
Año 2010 Proliferación tecnológica tanto para la paz como para la guerra, alcanzando niveles antes insospechados las nuevas tácticas belicosas así como sus referentes medios disuasivos. 
Año 2011 Masiva degradación social causada por la incontrolada y globalizada ingestión de drogas y alucinógenos, agravada tal situación con la horrorosa presencia de nuevas pestes y enfermedades, marcando el clímax de la triste decadencia humana. 
Año 2012 
A) El final: Caducidad total de un modelo social establecido por los sistemas de gobierno hasta ahora existentes, manipulados desde el clan tribal hasta la depauperada democracia representativa ya en franca decadencia e inoperancia, poderes terrenales que históricamente han sido avalados y continúan alternados por la falsa religiosidad ostentada en gran parte por las creencias existentes, tanto de Oriente como de Occidente. 
B) El comienzo: Inicio de una nueva esperanza, con el rescate de los Grandes Misterios puestos al conocimiento y servicio de la Humanidad, para establecer la Paz y el Amor por sobre toda la faz de la Tierra, teniendo a Kristo Vivo como centro y energía de esta Nueva Alianza entre Dios y los Hombres. 
En conclusión, retomo el coro angélico que glorificaba en Palestina veinte siglos atrás el advenimiento del Amado Redentor Jesús el Kristo, para que podamos experimentar íntimamente, cada uno de Nos aquí y ahora, los Renacidos en el Fuego y Agua del Espíritu, la presencia de Dios Vivo, entonando el Orto Sagrado del Logos Solar que imprime eficazmente Amor, Pureza y Misericordia para toda nuestra Humanidad, y decimos esperanzados: 
GLORIA A DIOS EN NUESTRAS ALTURAS Y PAZ SEA EN LA TIERRA A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD 
Que el Amor y la Sabiduría sean las Columnas que forjen el Templo Interior de todo Iniciado. Amén. 
ARKAOM ZANONI PHIDLUZ, V. M. K. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR
OCTAVO MENSAJE DE NAVIDAD, producido y entregado en Seattle, Washington, EUNA, SEDE SUPREMA ITINERANTE DE LA SAGRADA IGEOM, en fecha Diciembre 23 del Invierno Boreal del Año común 2006, AÑO DÉCIMO TERCERO DE LA NUEVA ERA ACUARIA. 

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