¡EL DEPARTAMENTO BENI, ACTUAL CENICIENTA DE BOLIVIA, MERECE, PROPUGNA, RECLAMA Y EXIGE SU INMEDIATA MODERNIZACIÓN INTEGRADORA, RESPETANDO EL HÁBITAT DE SU RICO ECOSISTEMA!

¡EL DEPARTAMENTO BENI, ACTUAL CENICIENTA DE BOLIVIA, MERECE, PROPUGNA, RECLAMA Y EXIGE SU INMEDIATA MODERNIZACIÓN INTEGRADORA, RESPETANDO EL HÁBITAT DE SU RICO ECOSISTEMA!

Beni es el departamento menos atendido de todos los gobiernos a través de toda la historia transcurrida como país boliviano, mismo que requiere con urgencia, para salvar su secular discriminante abandono, no sólo una carretera, si no decenas y hasta centenas que le hacen falta para integrar su territorio entre sí, con los otros departamentos y también con los países limítrofes, pero eso sí, respetando su ecosistema, sin atropellarlo, como pretende efectuarlo el angurriento desgobierno masista, que se esmera febrilmente por devastar sin piedad los extensos bosques existentes para asentar sus delincuenciales hordas cocaleras, entregando simultáneamente los preciados recursos existentes a la voracidad e intereses externos, vulnerando elementales leyes naturales, sociales y constitucionales.

¿Y por qué no dragar ríos, lagos y lagunas de la extensa Moxitania y la Amazonía Nacional integrada, para habilitarlos como medios de navegación práctica, segura y económica, mediante la construcción y/o restauración de al menos cincuenta modernos puertos que satisfagan postergados requerimientos de inmensas como ricas zonas hasta ahora egoístamente preteridas?

Y en lugar de suntuosos aeropuertos construidos onerosamente en lugares de escasa operación, que lamentablemente se han erigido para cubrir oscuros intereses, estructuras que esperemos algún día puedan servir para algo bueno en real beneficio de los pueblos, ¿por qué no edificar, con modernos esquemas arquitectónicos y funcionales, al menos una veintena de Hidropuertos, cada uno dotado de hidroaviones que cumplan importante labor social y comercial, con intervención privada, estatal o mixta, en lugares que hasta ahora tienen la vinculación menos socorrida y los costes de transporte más onerosos del país?

¿Por qué hasta ahora, pese a tantas falsas promesas, no se ha construido ni una sola hidroeléctrica en territorio beniano, pese a tener el mayor caudal hídrico de Bolivia con innegable potencial para su justo sano aprovechamiento que beneficie a toda Bolivia e incluso tenga remanentes de exportación energética?

¿Por qué no se actualiza la deuda que tiene el centralismo nacional respecto a la construcción del tren Madera Mamoré, cuyos correspondientes recursos fueron otorgados por Brasil a comienzos del siglo pasado como indemnización por la graciosa entrega de nuestra rica región acreana, entonces perteneciente al llamado Territorio Nacional de Colonias, que tenía su reconocida capital en la próspera y dinámica ciudad de Riberalta hasta donde debía llegar la línea férrea? 

¿Cuál la razón para que, no obstante su vital importancia con alcances extraordinarios para las exportaciones e importaciones del país por la vía Atlántica, hasta ahora no se haya encarado la construcción de un requerido puente que una Guayaramerín, Bolivia con su vecina Guajaramerín, Brasil?

Las anteriores interrogantes, así como las propuestas que propongo conscientemente, y que requieren urgente solución en favor de inmensas regiones abandonadas de la Gran Moxitania y sus respectivas poblaciones, surgen a propósito de una desacertada “ley” totalmente inconstitucional, que quita artera y bestialmente la intangibilidad a su natural, bello y rico territorio.

MAHATMA GEDEÓN PHIDLUZ .:. DAVID SERRATE PÉREZ.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, Agosto 11 del año 2017