sábado, 9 de mayo de 2015

¡LA VERDAD Y LA JUSTICIA SON AUTÉNTICOS SUPREMOS PRINCIPIOS QUE AVALAN LA LEGITIMIDAD DE ACUERDOS QUE SE PACTAN ENTRE PARTES!

TRATADOS DE LÍMITES SUSCRITOS ENTRE BOLIVIA Y CHILE ANTERIORES AL TRATADO DE 1904
BREVE PREÁMBULO
Pese a que la República de Bolivia, creada en 1825 en virtud a sus luchas libertarias iniciadas contra la corona española desde décadas anteriores, nació a la vida independiente con tres veces más del territorio que actualmente le queda, contando con una amplia costa marítima  que se extendía por cuatrocientos kilómetros, la ambición de quienes se asentaron en Chile, luego de diezmar casi por completo a las razas nativas que eran propietarios por siempre de dichas tierras ubicadas al sur, no cesó su angurria expansionista con el famélico morbo de imponerse astutamente y ya de modo consuetudinario sobre las semi habitadas regiones del norte, contenedoras de riquezas incalculables y de toda índole, por lo cual se dio modo para ajustar acuerdos con Bolivia para la explotación de los recursos que eran netamente bolivianos.
En tal accionar de furtiva apropiación indebida, Chile se dio a la incesante tarea de activa y flagrante penetración hacia territorios claramente de propiedad y soberanía boliviana, y para lo cual, urdió, gestionó y logró concertar con los diferentes gobiernos bolivianos, carentes de patriotismo y cómplices con el delito violatorio de nuestra integridad patria, por lo cual se firmaron varios tratados entre ambos países muy anteriores al último de 1904, el que finalmente fue impuesto a la fuerza por la presión y amenaza de reiniciar la brutalidad guerrera de la cual nuestro vecino frecuenta hacer vanidoso alarde, acuerdo que eufemísticamente fue llamado como “Tratado de Paz”, el cual, expuesto ante el más elemental principio de derecho, por su agresiva amenaza, fácilmente debería impugnarse, ante la majestad de la Justicia imparcial, al declararse nulo de plena nulidad. 
La falaz diplomacia chilena, que se aferra a nuestro territorio en virtud a tal desgraciado tratado, proclamando la intangibilidad eterna del mismo, hipócritamente esconde su insaciable rapacidad, fácilmente demostrable en haber hecho caso omiso y burlarse hasta la saciedad de todos los acuerdos previos, que presuntamente determinaban la absoluta y definitiva demarcación de límites.
Y es que ahora, pretenderían por un escaso árido e inútil girón de tierra que apenas de cabida al mar para Bolivia, que el país sea nuevamente desgarrado por el perpetuo usurpador, toda vez que ahora, ya no sólo tienen los ojos puestos en lo que se apropiaron desde hace 136 años, como fueron el guano, el salitre, el cobre, la densidad piscícola, porque ahora les urge los manantiales acuíferos de nuestro país, incluidas aguas del Lago Titicaca, si no además, foguean su ambición por los inmensos y apetecidos recursos contenidos en los portentosos salitrales de Uyuni y  el casi inagotable hierro del Mutún, ambos, junto al agua,  de suprema estrategia para la nueva economía mundial.
Cierro mi comentario que sirva de antecedente, para ingresar con reflexivo análisis, a los siguientes anteriores Tratados firmados entre Bolivia y Chile:


A. Z. F. EL TAWA MANÚ .:. DAVID SERRATE PÉREZ, RESTAURADOR DEL EVANGELIO DE KRISTO VIVIENTE E INICIADOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL DEL AMOR.

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